La travesía de Elena

Vas a conocer una experiencia virtual creada a partir de los testimonios de más de 500 personas que padecen depresión.

Recorre con Elena las 12 etapas de la travesía y sumérgete haciendo scroll en cada una de ellas para descubrir cómo afronta las distintas situaciones y llega a tierra firme.

Escucha la historia, consulta la información adicional que encontrarás al final de cada escena y comparte el contenido para ayudar a otras personas que estén pasando por lo mismo.

#DeLaDepresiónSeSale

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La travesía de Elena

#DeLaDepresiónSeSale

Elena está sentada en el paseo marítimo por el que tanto caminó cuando era niña. Mientras mira el mar, recuerda la depresión que superó hace poco. Fue duro, pero quiere que todo lo que aprendió sirva para algo.

Por eso, está dibujando en su libreta los momentos clave y aprendizajes de su ‘travesía’. Para compartirlo. Espera que su experiencia ayude a que otras personas que estén pasando por lo mismo, naveguen también hacia tierra firme.

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Y así comienza esta historia.

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01 | 12

A la deriva

Enfermedad multifactorial

«Llegó un día en el que dejé de sentirme yo»

Elena es meteoróloga. Cada ola, cada nube, cada soplo de viento, todo tiene su porqué para ella. Hoy observa la marejada y se imagina en una barca, a la deriva:

«Así me sentía yo. Pero, ¿cómo llegué allí? ¿Por despiste? ¿Fue por el divorcio? ¿Pasó mi madre por lo mismo?»

«Es normal preguntarse por el origen de la depresión, aunque lo importante es enfocarse en una estrategia de salvamento».

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Enfermedad multifactorial

La depresión es una enfermedad mental compleja, multidimensional y heterogénea. Se manifiesta en varias esferas de la vida de la persona, con una expresión afectiva nuclear, pero también en el cuerpo y la percepción del dolor, en la conducta social y no social, en el funcionamiento cognitivo, etc.

Se trata de una patología multifactorial, es decir, que incluye componentes biológicos, psicológicos y sociales. Algunas personas presentan, por herencia genética, un mayor riesgo de padecer depresión. La herencia no determina la expresión, pero la interacción entre genes y ambiente la modela. Los factores psicológicos y ambientales también resultan decisivos en el desarrollo posterior de depresión.

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02 | 12

Una sombra sobre ti

Realidad

«La depresión es un monstruo al que se puede vencer»

«En mi barca había una sombra, una Elena tenebrosa que me declaró la guerra».

Así fue cómo sus pensamientos más oscuros tomaron forma. «Esa Elena me decía que no merecía la pena seguir remando, que no había tierra firme para mí. No me dejaba en paz».

«La llamé Miss Sombra. Era mi peor enemiga. Le puse un nombre y dibujé su silueta. Ahí comencé una larga batalla contra ella. Y la gané».

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La realidad de la depresión

A veces, cuando la gente piensa en la depresión, solo la ven como una sensación de tristeza. Pero esta descripción no es un reflejo justo, ni fiel, de la enfermedad.

La depresión es mucho más; es una enfermedad increíblemente diversa que no solo afecta al estado de ánimo, sino también al bienestar físico y mental.

Se trata del trastorno mental más frecuente en España y Europa y, sin embargo, aún cuenta con elevadas tasas de infradiagnóstico. Afecta a personas de todas las edades, clases sociales, razas y grupos étnicos. Aunque puede ocurrir a cualquier edad, es más frecuente su inicio entre los 15 y 45 años.

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03 | 12

Esto también pasará

Aceptación

«Es como una ola gigante y cuando la pasas, vuelves a ser tú»

«Al principio ni siquiera sabía que estaba perdida en el mar». Elena muerde el boli, con su cuaderno entre las piernas y anota:

«Acepta tu situación, es el primero de muchos pasos».

«Perderse aquí es algo normal. Yo estuve perdida y ahora estoy en tierra firme. Tú también llegarás. Sentirás muchas veces que te ahogas, pero volverás a casa con una maleta llena de aprendizajes».

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Aceptación de la enfermedad

La depresión es una enfermedad compleja que tiene diversas causas, por lo que la voluntad no es suficiente para actuar sobre ella. Hay que ser consciente del lugar en el que estamos y entender que el tratamiento es necesario. Esta idea es a veces difícil de aceptar, no sólo por razones psicológicas o culturales, sino también por motivos relacionados con los efectos de la depresión. Hay, a menudo, una tendencia a pensar que sería preferible «salir por uno mismo,» que la búsqueda de ayuda sería una «debilidad» o una victoria más de la depresión o que el aceptar la ayuda supone una renuncia a cualquier dignidad o lucha personal. Nada más lejos de la realidad. De la depresión es difícil salir solos. El mejor tratamiento está basado en una alianza: una estrecha colaboración entre el profesional sanitario y la persona con depresión.

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04 | 12

«No estés triste»

Incomprensión

«Solo quien lo ha pasado, sabe lo duro y amargo que es»

«Perdida en tu barca por el mar, encuentras gente que quiere rescatarte… pero no saben cómo. Es frustrante». Elena recuerda cómo desde su entorno intentaban ayudarla con frases hechas: «Pero ¿qué te pasa? No estés triste. Anímate y pon de tu parte».

No es fácil de entender. Explícales qué te pasa.

«Si quieres que te lancen un salvavidas, rompe la barrera de la incomprensión»
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Incomprensión del entorno/sociedad

Abrirle las puertas a la persona con depresión para que pueda contar cómo se siente y ser capaz de escucharla sin juzgarla ni culpabilizarla es fundamental para ayudarla en su recuperación.

En depresión no solo es importante el tratamiento y el papel del profesional sanitario, sino también el tener alrededor familiares y amigos que comprendan a la persona que la sufre y la acompañen en su día a día.

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05 | 12

Heridas en el mar

Síntomas

«No todas las depresiones son iguales»

Elena observa el tiempo cambiante sobre el mar. Al oeste está soleado; al este, lluvioso. «No todos los náufragos sufren las mismas tormentas», anota:

«Podrás quedarte sin fuerzas para remar, aburrirte, tener ansiedad, hambre o inapetencia, sueño o insomnio. Pero préstate atención.»

«Necesitas reconocer las heridas que te dejan la tormenta y el sol».
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Variedad de síntomas

La depresión es un conjunto variado de síntomas que no afectan a todo el mundo de la misma forma. Los síntomas pueden ser de distinto tipo, duración, número e intensidad, de modo que cada persona puede experimentar la depresión de una forma muy distinta, y esta experiencia puede variar con el tiempo.

Los síntomas de la depresión se pueden clasificar en: afectivos (tristeza, ansiedad, irritabilidad, bajo estado de ánimo, desesperanza…), cognitivos (dificultades de atención y concentración, de memoria, de toma de decisiones y planificación, etc.) y somáticos (fatiga, cambios en el apetito y peso, alteraciones del sueño, dolor de cabeza, problemas estomacales…).

Hay que destacar que estos síntomas están presentes durante prácticamente todo el día e interfieren claramente en la vida cotidiana de quien la padece.

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06 | 12

Cuando no sientes nada

Indiferencia

«No tenía ganas de nada, me costaba hacer la vida diaria»

La tormenta se aleja, las olas se aplanan y llega la niebla. Elena recuerda algo que leyó sobre el mar de los Sargazos, donde los marineros quedaban atrapados por las algas y la ausencia de viento.

«Al menos yo, pasé por largos tramos en los que no pasaba nada, no sentía nada. Solo el cansancio y silencio. Ni siquiera echaba de menos la tierra firme.»

«A ti también te puede pasar, pero esta indiferencia emocional también será un día cosa del pasado».
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Embotamiento o indiferencia emocional

Si padeces depresión, quizá te resulte difícil o casi imposible experimentar y expresar tus sentimientos y emociones, ya sean positivos o negativos, como la alegría, tristeza, miedo o ira ante determinadas situaciones. Si es así, no estás solo. Es un síntoma frecuente entre quienes sufren depresión y se hace más evidente una vez que se reanuda la actividad cotidiana normal

El embotamiento emocional deteriora la calidad de vida y el funcionamiento en la vida social, laboral y familiar y, por tanto, dificulta o impide la completa recuperación de la depresión. Además, puede conducir al abandono del tratamiento y a mayor riesgo de recaída, así como a afectar a la personalidad, la toma de decisiones y las relaciones.

Para recuperarse completamente de la depresión es necesario prestar atención y abordar también esta sintomatología que afecta a la funcionalidad y a la posibilidad de disfrutar de una vida plena.

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07 | 12

La mano tendida

Apoyo del entorno cercano

«Hay que rodearse de buena gente y pedir ayuda a un profesional»

Elena repasa el horizonte. De pronto, divisa una pequeña roca, que a ratos las olas no dejan ni ver. «En la larga ruta hacia la costa toparás con islotes, escalas en el camino», anota, mientras recuerda a todas las personas que la ayudaron.

«¿Te tienden su mano? No le des tantas vueltas, confía en ellos»

«Habla sinceramente con los profesionales cualificados. Ya han ayudado a otros antes».

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Apoyo profesional y del entorno

Son frecuentes los sentimientos de impotencia del entorno ante la dificultad de ayudar a las personas que padecen depresión. En general, más que consejos, el paciente necesita apoyo, escucha y comprensión. Es aconsejable transmitir al paciente que no está solo, que sus familiares y amigos están de alguna forma implicados y que, con su apoyo, podrá salir adelante. Se recomienda recordarle también que la depresión es un trastorno tratable y del que puede recuperarse.

Es muy importante acudir al médico de familia, al psiquiatra o a otro profesional sanitario, para que puedan llevar a cabo un adecuado diagnóstico y tratamiento en un entorno de confianza.

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08 | 12

Navegar en círculos

Recaídas

«Caernos y volver a levarnos nos da fortaleza. No hay que desfallecer»

Las recaídas son duras. Elena se acuerda de cuando fue marcha atrás en su travesía: «Crees que estás llegando a la costa y no es así: estás más lejos de casa. Es normal que desesperes».

Pero los retrocesos en la terapia ayudaban a Elena a dibujar su carta de navegación.

«Cuando todo te parezca una pérdida de tiempo, piensa en lo que has avanzado. Nunca vuelves al punto de partida».
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Recaídas

En la depresión, el camino hacia la recuperación puede tener dificultades, e igual que en otras enfermedades crónicas, existe el riesgo de recaer. Una recaída es la reaparición de los síntomas de depresión en una persona que volvía a encontrarse mejor y puede suponer un revés importante.

La clave está en tratar los síntomas residuales que van más allá del desánimo para evitar un círculo vicioso, en que los síntomas residuales físicos ejercen un efecto negativo sobre las actividades diarias en casa y en el trabajo, lo que te hace sentir mal, provocando así un deterioro anímico, que a su vez conlleva mayores probabilidades de recaer, lo que provoca la aparición de más síntomas residuales cognitivos… y vuelta a empezar.

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09 | 12

El tiempo es tu aliado

Paciencia

«Quienes sufren depresión y su entorno tienen que ser pacientes»

«¡Anda! ¿Qué hora será?». Elena se levanta y estira un poco las piernas. «¿Y cuánto tiempo estuve deprimida? No siempre lo tenía claro, pero el tiempo es tu aliado».

Vuelve a sentarse, a su cuaderno y al mar: «El regreso a tierra firme lleva siempre más de lo que nos gustaría. Te llevará meses o años. Mira el reloj, pero no desesperes».

«La paciencia es esencial para ti y para los que te rodean».
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Paciencia / Tiempo de enfermedad hasta la salida

La depresión es una enfermedad que tiene tratamiento y se cura en un gran porcentaje de casos. Los profesionales sanitarios conocen la enfermedad y las mejores estrategias para salir de ella, especialmente los médicos de familia y, en particular, los psiquiatras y otros profesionales de la salud como los psicólogos y enfermeras de salud mental, que ayudarán a superarla.

Una vez diagnosticada la patología y puesto en marcha el tratamiento se debe esperar un tiempo hasta que se consiga la mejoría. Los cambios personales tampoco suceden de un día para otro, por lo tanto, hay que tener paciencia.

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10 | 12

Oídos sordos

Estigmatización y vergüenza

«Hizo que me sintiese diferente al resto»

Con la mirada perdida en la marea, Elena se queda medio dormida y sueña que su bote se está rodeado de tiburones. Intentan hacerle daño, diciéndole: «Eres débil», «eres vaga», «no remas fuerte», «estás así porque quieres», «no eres la única con problemas».

«Vaya, me he quedado dormida… Ni caso, no escuches»

«A palabras mojadas, oídos impermeables».
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Estigmatización y vergüenza

En la depresión, el estigma consiste en considerar el trastorno un signo de debilidad, pereza, falta de carácter e incapacidad para asumir la «dureza de la vida».

El peso del estigma social y del estigma del propio paciente (auto-estigma) sigue presente en la depresión -como lo está en el resto de los trastornos mentales-, y afectan tanto al diagnóstico de la enfermedad como a la recuperación del paciente.

El abordaje de la depresión debe encararse con esperanza, porque cada vez sabemos más de los mecanismos cerebrales subyacentes, contamos con tratamientos seguros y eficaces, y nuevas líneas de investigación científica en desarrollo; también con sinceridad y valentía, rompiendo el tabú de la depresión que alimenta las ideas erróneas sobre la enfermedad; y frente a la irracionalidad del estigma, debemos aportar conocimiento científico que no culpe al paciente y dignifique su esfuerzo para alcanzar la recuperación.

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11 | 12

Respirar

Cambio de hábitos

«Es como una habitación cerrada y a oscuras. Hay que dejar entrar el sol»

«Tanto remas, que te olvidas de lo bien que sienta aprovechar un día de sol, comer sano o disfrutar de tus aficiones. La serenidad de la rutina». Los rayos de sol caen en su cara, produciéndole una sensación templada y agradable.

«Si dejas de hacer lo que te hace sentir bien, se pierden las costumbres, pero día a día se vuelven a construir. Ojo: no es solo cuestión de obligarse.»

«Déjate guiar por un experto en crear pautas»
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Cambio de hábitos

Introducir ciertos cambios en el estilo de vida (dieta, ejercicio…) puede ayudar a manejar la depresión, además de aportar muchos otros beneficios. Pero no hay una única solución válida para todos, y cada uno tiene que encontrar una estrategia o rutina que le funcione.

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12 | 12

¡Tierra!

Recuperar la autoestima

«La depresión también te enseña lo valiosos que somos»

Cruzando la línea del horizonte aparece un barco. «La sensación del náufrago cuando divisa tierra firme debe de ser especial. Por fin ves algo, que no sea agua, entre el cielo y el mar. Todo lo que dejaste vuelve a estar allí». Una lágrima resbala hacia su barbilla.

«Hace un año salí de la depresión. Ahora que todo el mar es mío, ahora que ya lo conozco, he escrito y dibujado esta travesía para los dos, para que, si me lees, encuentres fuerzas para llegar tú también a este lugar.»

«No tengas miedo».
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Autoestima

Es muy importante ayudarse a uno mismo en el curso de una depresión, especialmente cuando ya ha empezado a producirse una mejoría. Sobre todo, hay que entender que la desconfianza y el pesimismo que se siente es una consecuencia de la propia depresión, y que progresivamente van a ir desapareciendo conforme el tratamiento vaya haciendo su efecto.

De la depresión se sale.

De la depresión se sale