Gracias por sumergirte con nosotros en esta travesía virtual y dejarnos mostrarte que #DeLaDepresionSeSale
Una iniciativa de
Con la colaboración de
El proyecto
Una experiencia virtual que narra en primera persona la historia de una mujer que ha superado una depresión
Elena recuerda las experiencias por las que ha pasado durante su enfermedad y proceso de recuperación
La depresión es la enfermedad mental más frecuente en España y Europa pese a que cuenta con altas tasas de infradiagnóstico. Las personas que han padecido un episodio depresivo mayor (EDM) conocen bien las fases, caras y síntomas asociados a esta dolencia.
Por eso, hemos partido de sus testimonios. Más de 500 declaraciones reales sobre depresión, recogidas a través de las redes sociales, que sirven de ejemplo para visibilizar las experiencias más recurrentes de esta patología. La ilustradora Ana Santos las ha convertido en dibujos.
El impulso
El compromiso de Lundbeck con la depresión
Desde 1915, Lundbeck se ha especializado en el tratamiento y prevención de enfermedades psiquiátricas y neurológicas como la depresión, la esquizofrenia o la enfermedad de Alzheimer.
Somos una de las únicas empresas farmacéuticas del mundo dedicada exclusivamente a las enfermedades cerebrales.
Vemos a los pacientes como personas y nos comprometemos a apoyar a la persona que está detrás de la enfermedad.
El apoyo profesional
El faro que nos guía
El trabajo de los profesionales sanitarios es fundamental para mejorar el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades mentales en general y de la depresión en particular.
Los protagonistas
Escucha algunos de los testimonios recibidos
En 2020 a través del site deladepresionsesale.com y los perfiles en Twitter de @RethinkDepES y @LundbeckES se lanzaron una serie de preguntas a los internautas con el objetivo de conocer cómo se sienten las personas que sufren depresión o la han sufrido en algún momento de su vida.
¿Cómo es su día a día?, ¿qué sentimientos experimentan?, ¿a qué retos se enfrentan?, si ya han superado la depresión ¿qué les ha ayudado a conseguirlo? Más de 500 personas compartieron de forma anónima sus emociones. Gracias a ellos este proyecto es una realidad.
“La depresión es como un monstruo. Afrontar el día a día se convirtió en mi lucha diaria. Me costaba un gran esfuerzo poder hacer la casa, llevar a mi hijo al colegio, asearme… Y llegó un día, que dejé de sentirme yo, cada vez me aislaba más, hasta que dejé de salir a la calle. Sin duda, en una situación así, sentirme acompañada por mi familia y por los profesionales fue imprescindible. Con esta enfermedad, quienes la sufren y su entorno, han de ser pacientes. El proceso es lento, pero con esfuerzo y ayuda de la depresión se sale. Y, es muy importante que haya conexión con los profesionales sanitarios (psiquiatras, psicólogos, médicos de atención primaria…) hasta que no te sientas cómodo con ellos no podrás empezar a superar la enfermedad. Como la canción de Rozalén, es como una ola gigante…y cuando pasa, vuelves a ser feliz”.
“La depresión es desesperanza, verlo todo negro. No podía dormir, descuidé mi aseo personal. Lo que más me cuesta desde que tengo depresión es hablar con los demás. Mi gran ayuda fueron los profesionales sanitarios y la familia. Muchas veces he ocultado que tengo depresión, no quería que nadie lo supiera. A las personas que estén pasando por una depresión les diría que pidan ayuda a un psiquiatra y sigan su recomendación. Y sobre todo que sepan que de la depresión se sale”.
“Cuando estamos deprimidos, todo lo vemos negativo y nos faltan las fuerzas para luchar. La depresión es como estar en una habitación a oscuras con la puerta cerrada. Hay que tratar de abrir la ventana y dejar que entre el sol. Salir a la calle a pasear y disfrutar de un nuevo día es duro, muy duro, pero podemos hacer muchas cosas para intentar sentirnos mejor: rodearte de gente positiva, tener una buena alimentación, practicar deportes, escuchar música, leer…”.
“Pasé por una depresión cuando tenía 20 años y no se la deseo a nadie. Es algo muy fuerte, pero se puede salir. Para ello, hay que poner mucho de nuestra parte, aunque muchas veces no sea fácil: tratar de no pensar mucho, relajarse, aprender a respirar y sobre todo buscar la ayuda de un buen profesional. También es muy importante tener cerca gente que sepa escucharte, porque a veces la gente puede ser muy cruel e incomprensiva.”
“No digas nunca a nadie con depresión ‘si tú quieres, puedes salir’. ¿Crees que alguien va a querer estar en esa situación? No es cuestión de querer o no superarla. Por ejemplo, si tú padeces de corazón, no se te puede quitar el padecimiento si tú quieres. Pues la depresión es igual”.
“Yo llevo muchos años con depresión: en manos de psiquiatras, psicólogos y asistiendo a terapias que me ayudan. Hay veces en las que me encuentro mejor y otras veces recaigo. Lo importante es aceptar lo que tienes y pedir ayuda.”
“Sí, se sale. De verdad. Hace falta ayuda profesional y, en muchas ocasiones, medicación. Además de tener ganas de revertir la situación también es fundamental compartir cómo te sientes con tu entorno más próximo y dejarse ayudar.”
“Tendemos a ocultarla casi tanto como a reconocer su existencia en los demás. Sin embargo, sólo visibilizando y normalizando esta enfermedad podremos eliminar prejuicios y promover su prevención.”
“Es como si poco a poco fueses cavando un pozo y, sin darte cuenta, un día no hay nada a tu alrededor. Solo estás tú rodeado de tus propios pensamientos, que te van comiendo te dejan sin fuerzas para poder salir”.
“Empecé a entender que estar contemplando un paisaje maravilloso con gente a la que quieres, rodeado de entusiasmo y no sentir absolutamente nada no era normal. Mis pensamientos aterradores de soledad, amargura y angustia se apoderaban de mí y secuestraban todo mi ser.
El primer paso es aceptarlo. Costó. No era un día malo, una mala racha, ni una mala temporada. Cuando eres incapaz de apreciar la vida, de disfrutarla, de sentirla dentro de ti, algo no va bien. Necesitas ayuda. La medicina, la familia y sobre todo los cambios de dinámicas, roles asentados y sobrecargas son fundamentales para salir. El siguiente paso es poner la vida en orden y tomar decisiones. Si logras identificar la raíz del problema (temas laborales, pareja, personas tóxicas...) no dudes, arráncala. Lleva trabajo, pero casi 6 años después puedo decir que soy feliz.”